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Trabajar desde casa es un privilegio que no todos pueden tener. Pero a su vez supone una gran responsabilidad con uno mismo. Hay que retos establece el día a día de estar en casa , impidiendo así que te sumerjas en el procrastinar, llevándote a un estado en que tu voluntad queda neutralizada.
Lograr despertar la responsabilidad de trabajar y mantenerla día a día, exige adaptarse a una disciplina. Tienes que aprender a organizar tu tiempo para que cada momento se consolide y tenga una productividad. A medidas que acumulas productividad, atraes y concretas más rápidamente tus metas.
En esta ocasión, conocerás 6 aspectos claves que necesitas guardar para que tu trabajo en casa sea más productivo y mantengas enfocada tu inteligencia:
Coordinar nuestros horarios con los del resto de la familia
Estar en casa supone en la mayoría de las ocasiones estar en comunión con tus familiares. Quizá tus hijos abandonarte durante las mañanas o tardes, debido a sus compromisos académicos. Es posible que lo mismo ocurra en el caso de que tu pareja trabaje directamente en una oficina.
Contar con su ausencia puede resultar muy positivo y te permite trabajar enfocado durante ese tiempo. Pero cuando regresen y la vida familiar vuelve a lo cotidiano, quizás entonces tengas más motivos para distraerse. Más allá de eso, existe un aspecto clave que debes respetar.
Tu familia hace parte de tu vida. Los miembros de tu hogar representan un apoyo emocional muy fuerte . Por eso es importante establecer tiempos para compartir con ellos. De esa manera no pasarás todo el día frente a una pantalla y tendrás mayores motivos para respetar tus horas de trabajo.
Establecer unos limites
De la mano a lo anterior, es fundamental que establezca un horario. Los límites te ayudan a usar de manera inteligente tú tiempo. La razón por la que las empresas están activadas en las oficinas es precisamente porque solo así, pueden mantener su personal concentrado en sus funciones.
La disciplina y la constancia le conceden a tu vida laboral una mayor seriedad cuando logras establecer unos límites sobre tu tiempo y sobre lo que debes cumplir en dichos periodos de actividad.
Rebajar el ruido mediático
El ruido mediático tiene que ver con todo el lenguaje que se ha tornado enfático en una sociedad. Por ejemplo, durante todo el año 2020, lo que más eco tuvo repercusión fue el tema del Covid-19. Todavía hoy sabemos que el efecto de la pandemia sigue configurando los ánimos de las sociedades.
Entonces, ¿qué supone este consejo? Que resulta esencial enfocarte en ti mismo, en tu trabajo, en tus proyectos, que darle importancia a las condiciones del mundo. Si prestas demasiada atención al ruido mediático, tu fuerza de trabajo comenzará a cuestionarse, a preocuparte por tu destino, a especular.
Bájale a ese ruido y céntrate en tu energía. En este caso, por más que lo intentes, por más energía que hagas para erradicar un problema como lo es el Covid-19, esa es una situación que solo puedes controlar tus propias normas de higiene.
Planificar y priorizar
Priorizar es otro modo de enfocar tu atención en lo que realmente vale la pena. En ocasiones, resolver los atascos y preocupaciones principales, te ayudará a volcar tu atención en las cosas más pequeñas. Enfócate en lo que es fundamental, antes de resolver aquellas tareas que pueden esperar.
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Evitar la multitarea
El tema de la multitarea ocurre cuando no se ha definido con exactitud tus prioridades. La multitarea surge cuando quieres despejar varias responsabilidades a la vez y ese enfoque termina estresándote. De hecho, también ocurre a la inversa. ¿Cómo evitar no caer en ese círculo vicioso?
Tomándote el tiempo para relajarte, para organizar tus ideas, para respirar profundamente y reflexionar sobre qué vale la pena trabajar de primero. Así, cada vez que despejas una responsabilidad, vas aligerando la carga y reconoces mejores los resultados.
Fijar objetivos
El novelista norteamericano William Faulkner afirmaba que: “La sabiduría suprema consiste en tener sueños lo suficientemente grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen”. Esa una frase que reflexiona sobre cómo debemos tener metas muy altas, para mantenernos ocupados y seguir luchando.
Aprende a reconocer esos objetivos que deseas conquistar. Esos objetivos son alcanzables en tanto son la suma de todas tus decisiones y el trabajo constante . La productividad, el mantener tu energía enfocada, te ayuda a viajar hacia esos objetos. Mantén ese enfoque y comprobarás lo divertido que es.
A TI
Recuerda, tu tiempo no tiene precio. Es un bien candente que no se puede comprar ni reemplazar, y merece tu respeto.
Cuando tienes controlado tu tiempo no importa como lo trabajas es saber que tiene prioridad y que puedes delegar.
Aquí está la pregunta del día. ¿Cómo manejas tu tiempo? ¡Hasta la próxima!
